Blogia
Hoy es un día diferente..... AlKaYaNa

Tú misma.

Tú misma.

Ahí estas tú,

Buscando con la mirada perida.

Has encontrado la clave del miedo que te perseguía.

 

Sí, así de simple es la verdad de la vida.

Te acabas de dar cuenta.

¿Qué te ha movido hasta el momento?

¿Qué te causaba alegría?

 

Al final has caido.

Tú provocabas lo que después te ocurria.

Has encontrado lo que buscabas.

Es un resultado de tus experiencias vividas.

Lo que te perseguía no era,

una sombra vacía.

Tú misma.

Y todo lo que contigo traías.

Simplemente no lo veías

No veías que tú

Habías creado todo lo que hasta ahora sentías.

 

Terminas viendo lo que quieres ver.

Terminas siendo lo que quieres ser.

 

1 comentario

albertito -

Antes de nada, lo que habéis escrito me suena de algo, quién lo escribió? :$ :$


Aprovechando mis últimos días en Bilbao, toca hacer repaso de estos años :), y hoy es uno de esos días que se ha recordado todo lo que se ha hecho en mi vida :)

Por ello, os pondré un texto que leí hace tiempo (Jorge Bucay, 2005), y que he conseguido recuperar:

"[...] aunque uno sepa dónde está y pretenda saber dónde va, aun cuando sepa cuál es el camino que va desde donde está hasta donde va, si no conoce la dirección y no sabe el "hacia dónde", está perdido de todas maneras. Saber cuál es tu meta no te libra de que no estés perdido. Hace falta saber el rumbo para no estarlo.

Pensar que alguien que se quiera a sí mismo no puede querer a los demás es pensar que nuestro amor tiene una cuota limitada, es creer que, si uno tiene dos hijos, no puede tener tres porque deberá restar amor a los dos primeros para dárselo al tercero. Todos sabemos que eso no es verdad. Nuestra capacidad de amar es infinita.

[...] Cada vez que tu camino coincida con el rumbo que decidiste, te sentirás satisfecho, sereno y tranquilo, aunque lo que esté pasando no sea maravilloso; y cada vez que te alejes del rumbo que le da sentido a tu vida, te sentirás infeliz, aunque sean placenteras algunas cosas que te ocurran.

[...] Por lo tanto, hay espacio para quererse, cuidar y ocuparse de uno. Sólo queriéndote podrás saber que eres protagonista de tu vida, te guste o no. Cuando te enteres de ello podrás aceptar que, además, tienes una importante participación en el guión de esa película. Cada uno es responsable de todo lo que le pasa. Quiero decir que, si bien es cierto que no se es el único responsable, siempre hay un pedacito de responsabilidad, aunque el porcentaje varíe; y hace falta que esto se asuma porque, si es así, también se asumirá que se es cómplice de lo que sucede, y, por tanto, nos daremos cuenta no sólo de la responsabilidad que tenemos, sino también del poder que ejercemos sobre nuestra propia vida, y no sobre la de los demás. Dejemos que cada uno sea responsable de lo que hace y de lo que dice, y también de lo que no hace ni dice. Hagamos que cada uno sea dueño de sus sentimientos.

Ahora bien, aviso que nadie llega a la felicidad en soledad. Nadie llega a ser feliz sin haber podido compartir algo con otro. Es muy poco probable ser feliz si nunca se ha tenido un compañero o una compañera de ruta. De todos modos, también debo aclarar que nadie pertenece a nadie. No me gustan las relaciones de pertenencia; me parecen mejor las relaciones de compañía –una gran palabra, además, puesto que "compañero" significa etimológicamente "el que comparte el pan"–.

[...] La lección que debemos extraer del amor y la felicidad es que hay que aceptar a la persona que está a nuestro lado tal como es. La próxima vez que alguien se acerque con cara de carnero degollado a decirnos "me haces tan feliz", lo más útil es responder: "¿Yo? Para nada. Yo no tengo nada que ver". De lo contrario, para hacer feliz "de nuevo" a esa persona, habrá que cambiar y parecerse al que quiere que seamos. Esto constituye un gran error porque, si hay algo necesario para tener un compañero de ruta, ese algo es ser capaz, a partir de aceptarse a uno mismo, de aceptar al otro tal como es.

[...] para ser feliz hacen falta solamente dos condiciones. La primera es ser agradecido. La segunda –para mí imprescindible– es aprender a no dudar del resultado final. Si hay algo que quieres, que deseas, que necesitas, que te gustaría, que de verdad es importante para ti, y si ese algo no es un imposible que te has inventado, quizá si aprendieras a confiar en tu capacidad y en tus recursos y a apostar, acaso el final de la historia, de esta película cuyo guión tú estás escribiendo, no sea tan terrible. La felicidad no es un derecho, sino una obligación. La felicidad es el único precio que hay que pagar por estar vivos. [...]"

Yo no he hecho nada :P

un saludo chicas!!!! ;)
mucho ánimo!! ;)