Once minutos ( 2ª parte)
Hoy pasé por delante de un parque de atracciones. OCmo no puedo gastar dinero a lo loco pensé que era mejor observar a la gente. Estuve mucho rato ante la montaña rusa: veía quw la mayoría de las personas entraban allí en busca de la emoción, pero cuando ésta se ponía en marcha, se morían de miedo y pedían que parasen los vagones.
¿Qué es lo que quieren? Si escogieron la aventura, ¿ no deberían estar preparadas para ir hasta el final? ¿ O creen que sería más inteligente no pasar por estos sube y baja, y montarse todo el tiempo en un tiovivo, girando en el mismo sitio?
Por el momento estoy demasiado sola como para pensar en el amor, pero necesito convencerme de que va a pasar, conseguiré un empleo, y estoy aquí porque he escogido este destino. La montaña rusa es mi vida, la vida es un juego fuerte y alucinante, la vida es lanzarse en paracaidas, es alpinismo, es querer subir a lo alto de uno mismo, y sentirse insatisfecho y angustiado cuando no se consigue.
No es fácil estar lejos de mi familia, de la lengua en la que puedo expresar todas mis emociones y sentimientos, pero a partir de hoy, cuando me deprima, recordaré aquel parque de atracciones. Si me hubiera domido y hubiera despertado de repente en una montaña rusa, ¿ qué sentiria?
Bien, la primera sensación es de estar prisionera, de sentir pacor en las curvas, de querer vomitar y salir de allí. Sin embargo, si confío en que los railes son mi destino, esta pesadilla se trasforma en excitación. Pasa a se exactamente lo que es, una montaña rusa, un juego seguro, fiable, que va a llegar hasta el final, pero mientras dura el viaje, tengo que ver el paisaje alrededor, gritar de excitación
3 comentarios
La vida es bella -
omar -
La distancia que separa los raíles es de 143'5 centímetros porque la separación entre las ruedas de los vagones es de esa medida. La distancia entre las ruedas de los vagones es de 143'5 centímetros porque para la construcción de los primeros vagones se usaron las herramientas que se usaban para la construcción de carruajes. La distancia de las ruedas de los carruajes es de 1435 centímetros porque las antiguas carreteras se hicieron con esa medida. Estas primeras carreteras las construyeron los romanos de esta medida porque los carros de guerra eran conducidos por caballos que al ponerlos uno al lado ocupaban 1435 centímetros.
La distancia entre raíles fue determinada por los romanos. Y hasta hoy nadie ha cuestionado esa distancia.
Lo mismo pasa con el amor. Alguien dijo un buen día, que cuando nos enamoramos debemos permanecer congelados el resto de nuestras vidas. Caminando uno al lado del otro como los raíles. Aunque necesitemos estar a miles de kilómetros o a tan cerca que no se pueda distinguir una persona de otra. Eso va contra las reglas. Existen unas reglas, debemos ser como los raíles: la distancia entre ellos es la misma en la estación de partida, en medio del camino o en la estación de destino. No dejéis que el amor cambie, ni que crezca al principio, ni que disminuya en el medio. Es arriesgadísimo. Servimos para que el tren de la supervivencia de la especie siga hacía el futuro: todos serán felices si nos mantenemos a 1435 centímetros.
Estas reglas se establecieron en algún momento y tenemos que respetarlas aunque no estemos de acuerdo con ellas.
Fue así como se perdió el amor. Cuando empezamos a establecer exactamente las reglas para que el pudiese manifestarse. Pero aun es posible que vuelva el amor.
La vida es bella -
Creo q desde q tenemos la oportunidad de elegir las cosas, si blanco o negro, no hay nada escrito..
Supongo q me da miedo el pensar q ya se conoce el final... dónde quedaria mi libertad??